La que no sabia volar........
ERASE una vez un reino muy lejano, y cual todos los reinos de cuantos cursis, tenia, su rey, su panadero, su bufon, sus caballeros, granjeros, el zapatero, el herrero y pues todo lo que un pueblo respetable debe tener, pero lo que me llamo la atención de ese pueblo en particular cuando fui, ... bueno seria pertinente primero explicar como diablos encontre dicho pueblo.
Iba por un sendero que conforme avanzaba se hacia cada vez mas angosto a tal grado que hubo un momento que comence a encojerme para poder seguir por el, pense que seria mi hora final o algo asi, pero pues sali bien librado gracias al caracol que me tope un me ayudo a huir velozmente, y me dio instrucciones precisas para llegar a este pueblo, ya que estaba cansado, hambriento, sediento, sucio y como siempre despeinado.
Despues de seguir minucosamente las instrucciones del caracol, "dar vuelta aqui, escalar por alla, avanzar de espalda por no se donde, etc." por fin encontre el pueblo, y mi llegada causo mas revuelo de lo que me podria haber esperado.
Me recibieron 2 señoritas una sin rostro y otra sin corazon, me llevaron a donde su padre, un hombre barbado, fornido y con una peculiar voz que penetraba mi cabeza, despues me entere que era mudo.. bueno el punto central de todo esta historia son las muchachas, al saber que yo era un viajero, poeta, musico y soltero, a cada pueblo que llego hay mujeres que buscan agradarme para casarme con ellas, muchas veces solo para que las saque de su pueblo que tan cansadas las tiene, otras, que al ver un extraño se sienten mas seguras que con todos los barbajanes de su pueblo, pero nunca me a tocado una sola mujer que me robe el corazon con una mirada, y menos aun una que me haga volar.
Al dia siguiente de mi llegada, cuando ya estaba limpio, comido y un tanto presentable, decidi ir a la plaza a vender algun poema, tocar alguna cancion, contarle cuentos a los niños, con el fin de consegui alguna moneda para pagar la hospialidad de mis benefactores, y tal vez para pasar sin hambres el dia que recien comenzaba, pero algo turbaba mi paz, la dama sin rostro me seguia de lejos, yo pretendia no darme cuenta, pero tampoco pretendia perderla, algo en ella me hacia sentir comodo y afortunado de llamar su atencion. Pasaron varios dias y parecia rutinario ya esto, me levantaba, iba a la plaza, ella me seguia, y regresaabamos juntos, siempre sin decir una sola palabra, sin cruzar una mirada, como si fueramos solos, ibamos solos, lo unico que se acompañaban eran nuestras soledades, en ocasiones la miraba de reojo, y una timida nariz se asomaba de su rostro sin rostro, aveces se formaba un ojo que al sentirse observado se escondia rapidamente, y pude ver mas de una vez que una boca intentaba formarse para pronunciar algo y rapidamente se deshacia en calida timidez.
Llego el dia de mi partida y la mujer sin corazon me hablo, me dijo que la tomara como esposa y la llevara lejos de ese lugar, estaba acostumbrado a proposiciones como esa asi que no me ofendi, simplemente le dije que no podria hacer eso, por que mi espiritu de poeta me lo impide,mi manos de musico se rehusan y mis pies de viajero aun no estan listos para pararse, aparte nunca podria amar una mujer sin corazon..
-¡pero si a una sin rostro!- grito ella, encolerizada, lo cual me perturbo, e intente tranquilizarla.
-ella no puede ser amada, no tiene rostro es un moustro, en cambio soy bella, inteligente y nunca te faltaria nada a mi lado, ya que se coser , cocinar, incluso se un poco de herbolaria- me puse a pensar mi respuesta detenidamente y sobriamente dije.
-No busco una costurera, ni una cocinera, tampoco una doctora, yo no podria hacerte feliz, mi corazon se secaria al besarte, y mi alma irremediablemente escaparia de mi pecho- hubo silencio, un aterrador silencio, y me dijo entre lagrimas -¿Y qué buscas?- cerre los ojos, acerque mi mano a mi boca, con la otra busque tranquilamente en mi bolsillo, encendi mi pipa inhale el humo del tabaco, abri los ojos lentamente, mirandola exhale el humo y le respondi bajo una nueva atmosfera de humo blanco, lagrimas y miradas -busco algo que no entenderias, algo que nadie puede darme mas que yo mismo, busco que me amen, y busco sobre todas las cosas entender el viento con un beso, volverme agua entre el sudor de el cuerpo de mi amante, fundirme con el sol en un abrazo, busco un baile interminable de versos y caricias, eso es lo que busco, no es mucho, pero tu no me lo puedes dar- fue entonces que estallo en lagrimas, yo en cambio me levante lentamente y sali de la habitacion me diriji a la salida y ahi estaba ella inmovil, casi perfecta, le sonrei y sali de la casa, me dirijia al siguiente pueblo me despedi de los niños que encontraba a mi paso, las madres me daban comida, que aceptaba gustosamente ya que el camino siempre trae contratiempos y los varones se despedian de mi con una enorme sonrisa y en ocasiones un fuerte apreton de manos.
Y asi fue que conoci a estas 2 peculiares mujeres y en mi camino, volvi a sentir esa extraña y comoda sensacion, la de ser observado y perseguido pero esta vez no lograba localizar a mi perseguidor, por mas que me esforzaba segui caminando varios minutos y seguia sintiendolo aun sin ver nada, eso me causo gran conmocion y decidi detenerme, relajarme claro debian ser simples alucinaciones mias, saque mi pipa del bolso la prepare con el tabaco mas fino que consegui en el pueblo y me recoste bajo la sombra de un arbol de esos llamados llorones, apesar de eso era un arbol amable y alegre, tenia una voz suave casi imperceptible que viajaba sordamente en timido viento que soplaba, no platique con el, el solo cantaba para pasar el rato y me parecio impertinente interrumpirlo pero fue en ese momento que me recoste que observe en el cielo a la que me estaba perturbando con su sigilio, y era ella volando majestuosamente sobre todo aun sobre el cielo mismo, la mujer sin rostro ahora presentandose ante mi en forma de brisa. Al verse descubierta no tuvo mas remedio que bajar ante mi. No dijimos palabra alguna solo observamos como nuestras manos se fundia convirtiendose en brisa y comenzabamos a elevarnos fundiendonos en un abrazo con el sol y comenzando una danza infinita de caricias y versos, fue como entoces en un beso entendi el viento y vole en el....
Iba por un sendero que conforme avanzaba se hacia cada vez mas angosto a tal grado que hubo un momento que comence a encojerme para poder seguir por el, pense que seria mi hora final o algo asi, pero pues sali bien librado gracias al caracol que me tope un me ayudo a huir velozmente, y me dio instrucciones precisas para llegar a este pueblo, ya que estaba cansado, hambriento, sediento, sucio y como siempre despeinado.
Despues de seguir minucosamente las instrucciones del caracol, "dar vuelta aqui, escalar por alla, avanzar de espalda por no se donde, etc." por fin encontre el pueblo, y mi llegada causo mas revuelo de lo que me podria haber esperado.
Me recibieron 2 señoritas una sin rostro y otra sin corazon, me llevaron a donde su padre, un hombre barbado, fornido y con una peculiar voz que penetraba mi cabeza, despues me entere que era mudo.. bueno el punto central de todo esta historia son las muchachas, al saber que yo era un viajero, poeta, musico y soltero, a cada pueblo que llego hay mujeres que buscan agradarme para casarme con ellas, muchas veces solo para que las saque de su pueblo que tan cansadas las tiene, otras, que al ver un extraño se sienten mas seguras que con todos los barbajanes de su pueblo, pero nunca me a tocado una sola mujer que me robe el corazon con una mirada, y menos aun una que me haga volar.
Al dia siguiente de mi llegada, cuando ya estaba limpio, comido y un tanto presentable, decidi ir a la plaza a vender algun poema, tocar alguna cancion, contarle cuentos a los niños, con el fin de consegui alguna moneda para pagar la hospialidad de mis benefactores, y tal vez para pasar sin hambres el dia que recien comenzaba, pero algo turbaba mi paz, la dama sin rostro me seguia de lejos, yo pretendia no darme cuenta, pero tampoco pretendia perderla, algo en ella me hacia sentir comodo y afortunado de llamar su atencion. Pasaron varios dias y parecia rutinario ya esto, me levantaba, iba a la plaza, ella me seguia, y regresaabamos juntos, siempre sin decir una sola palabra, sin cruzar una mirada, como si fueramos solos, ibamos solos, lo unico que se acompañaban eran nuestras soledades, en ocasiones la miraba de reojo, y una timida nariz se asomaba de su rostro sin rostro, aveces se formaba un ojo que al sentirse observado se escondia rapidamente, y pude ver mas de una vez que una boca intentaba formarse para pronunciar algo y rapidamente se deshacia en calida timidez.
Llego el dia de mi partida y la mujer sin corazon me hablo, me dijo que la tomara como esposa y la llevara lejos de ese lugar, estaba acostumbrado a proposiciones como esa asi que no me ofendi, simplemente le dije que no podria hacer eso, por que mi espiritu de poeta me lo impide,mi manos de musico se rehusan y mis pies de viajero aun no estan listos para pararse, aparte nunca podria amar una mujer sin corazon..
-¡pero si a una sin rostro!- grito ella, encolerizada, lo cual me perturbo, e intente tranquilizarla.
-ella no puede ser amada, no tiene rostro es un moustro, en cambio soy bella, inteligente y nunca te faltaria nada a mi lado, ya que se coser , cocinar, incluso se un poco de herbolaria- me puse a pensar mi respuesta detenidamente y sobriamente dije.
-No busco una costurera, ni una cocinera, tampoco una doctora, yo no podria hacerte feliz, mi corazon se secaria al besarte, y mi alma irremediablemente escaparia de mi pecho- hubo silencio, un aterrador silencio, y me dijo entre lagrimas -¿Y qué buscas?- cerre los ojos, acerque mi mano a mi boca, con la otra busque tranquilamente en mi bolsillo, encendi mi pipa inhale el humo del tabaco, abri los ojos lentamente, mirandola exhale el humo y le respondi bajo una nueva atmosfera de humo blanco, lagrimas y miradas -busco algo que no entenderias, algo que nadie puede darme mas que yo mismo, busco que me amen, y busco sobre todas las cosas entender el viento con un beso, volverme agua entre el sudor de el cuerpo de mi amante, fundirme con el sol en un abrazo, busco un baile interminable de versos y caricias, eso es lo que busco, no es mucho, pero tu no me lo puedes dar- fue entonces que estallo en lagrimas, yo en cambio me levante lentamente y sali de la habitacion me diriji a la salida y ahi estaba ella inmovil, casi perfecta, le sonrei y sali de la casa, me dirijia al siguiente pueblo me despedi de los niños que encontraba a mi paso, las madres me daban comida, que aceptaba gustosamente ya que el camino siempre trae contratiempos y los varones se despedian de mi con una enorme sonrisa y en ocasiones un fuerte apreton de manos.
Y asi fue que conoci a estas 2 peculiares mujeres y en mi camino, volvi a sentir esa extraña y comoda sensacion, la de ser observado y perseguido pero esta vez no lograba localizar a mi perseguidor, por mas que me esforzaba segui caminando varios minutos y seguia sintiendolo aun sin ver nada, eso me causo gran conmocion y decidi detenerme, relajarme claro debian ser simples alucinaciones mias, saque mi pipa del bolso la prepare con el tabaco mas fino que consegui en el pueblo y me recoste bajo la sombra de un arbol de esos llamados llorones, apesar de eso era un arbol amable y alegre, tenia una voz suave casi imperceptible que viajaba sordamente en timido viento que soplaba, no platique con el, el solo cantaba para pasar el rato y me parecio impertinente interrumpirlo pero fue en ese momento que me recoste que observe en el cielo a la que me estaba perturbando con su sigilio, y era ella volando majestuosamente sobre todo aun sobre el cielo mismo, la mujer sin rostro ahora presentandose ante mi en forma de brisa. Al verse descubierta no tuvo mas remedio que bajar ante mi. No dijimos palabra alguna solo observamos como nuestras manos se fundia convirtiendose en brisa y comenzabamos a elevarnos fundiendonos en un abrazo con el sol y comenzando una danza infinita de caricias y versos, fue como entoces en un beso entendi el viento y vole en el....
Escrito por Aöi Chingo @ 9:56 a.m.
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